miércoles, 17 de febrero de 2016

¿A dónde van las oportunidades perdidas?




Aunque no nos demos cuenta, nos pasamos el día tomando decisiones, de mayor o menor calado:
Elegimos si levantarnos o aguantar 5 minutos más en la cama, que desayunamos ese día, la temperatura del café, salir con bufanda o arriesgar sin ella, coger el paraguas o mirar al cielo y decir "fijo que hoy no llueve"...y así sin darnos cuenta vamos marcando nuestro camino, sin darle mucha importancia...

Esto entra dentro de nuestra rutina y no nos quita mucho tiempo, olvidamos que cada mínima decisión implica haber renunciado a otras opciones que pensábamos que podían ser peores pero...podrían haber sido mejores...así pues, si de repente llueve lamentaremos no haber cogido el paraguas pero...apechugamos y aprendemos la lección...y evidentemente, nos mojamos...

Llevemos todo este sencillo ejemplo a nuestra vida más emocional, a decisiones más "trascendentes", aquellas que nos quitan el sueño, aquellas que en cuanto tenemos que decidir nos hacen dudar una y otra vez, nos hace plantearnos qué ocurrirá si nos equivocamos, pensando a dónde irán las otras opciones que hemos desechado...como dice el título de esta entrada, aquellas que más que hacernos disfrutar sólo provocan que digamos "¿A dónde habrán ido las oportunidades perdidas?".

Si dedicamos más tiempo a pensar en las oportunidades perdidas en vez de ver las opciones por las que nos hemos decantado...tenemos que cambiar el enfoque!

Cuando decidimos con naturalidad acertamos mucho más de lo que fallamos, poco a poco, decisión a decisión, estamos tomando el camino que queremos tomar...día a día construimos nuestra personalidad y cuanto más perdamos el miedo a tomar decisiones más cerca estaremos de saber como somos y dónde queremos ir, cuando fallemos en vez de pensar en lo que hemos perdido, conseguimos aprender de ello y hace que cada vez nos sintamos más libres a la hora de tomar una dirección u otra por que las dos opciones nos van a venir bien...

Hay que aprender a salir sin paraguas bajo la lluvia, a saltar sin saber que hay debajo, a caernos y levantar...al fin y al cabo, guiarnos de nuestro instinto nos llevará todo lo lejos que queremos llegar, acompañados de quien realmente queremos que nos acompañe, y llenos de experiencias que nos han servido para valorar todo lo bueno y todo lo malo...aunque quizás al principio ni lo sabíamos...

Así que sin miedo, si llueve y no hemos cogido el paraguas....MÓJATE!!! 

No tienes nada que perder...disfruta el camino y piérdete....aunque nos cueste a veces creerlo, siempre nos vamos a encontrar, y mucho mejor que sea más adelante, no en el mismo sitio una y otra vez...





jueves, 8 de octubre de 2015

Maldita Constancia la mía...



Recuerdo el objetivo que tenía este blog para mí:
Estaba en uno de esos momentos en los que no sabía ni donde estaba, ni donde iba, ni  qué quería...los que me conocéis sabéis que tengo muchos momentos de duda y crisis existenciales, donde empiezo a maquinar si estoy donde quiero estar y si algún día conseguiré encontrar "mi sitio" en el mundo.

Siempre me había encantado escribir, y retomar aquella vieja costumbre que tenía de pequeñito me vendría bien, volver a expresarme y "escucharme" de alguna manera, ya que escribiendo te das cuenta muchas veces de lo que tienes dentro y no te paras a pensar, o no le prestas atención, o simplemente no quieres prestarle atención para poder continuar el día a día sin darle carga de profundidad a cualquier problema cotidiano...

Considero que la constancia es algo imprescindible en la vida, ya que cualquier cosa que consigamos será con esfuerzo, dedicación y a pesar de las trabas que encontremos, podemos conseguir cualquier cosa si no nos rendimos....y retomar esto de escribir cada cierto tiempo era una manera de probar si yo conseguiría serlo (constante, por supuesto).

La verdad es que me he dado cuenta que tras llevar casi 3 años sin escribir, si me baso en la constancia temporal que me había fijado, ha sido un desastre total...de intentar escribir al menos una entrada semanal pasé a una mensual, y ahora han pasado muchos meses, sin darme cuenta años, y he sido incapaz de sentarme a escribir de nuevo...

¿Significa que no soy constante entonces? 

Parece que fue un calentón similar al que se experimenta en el nuevo año aquel que "deja de fumar", el "me apunto al gimnasio y voy a ir tres días todas las semanas", "no me vuelvo a ir de compras hasta dentro de 3 meses", "mañana apago el móvil y me voy al monte a meditar"... pero no....

Al principio de la entrada, como dije, quería volver a "escucharme" y escribir me ayudaba a conseguirlo...y gracias a esto, he conseguido poder "escucharme" y ser constante en los cambios que me propuse sin necesidad de volver a escribir...¿Desastre total entonces? 

Por supuesto que no....

Aunque a veces pensamos que no estamos consiguiendo nuestros objetivos, no nos damos cuenta de que en el fondo estamos consiguiendo algo mejor y más importante a lo que ni siquiera habíamos prestado atención en un principio...cojamos perspectiva e intentemos valorar todo en su justa medida...vamos a escucharnos un poco más, que no nos dé miedo, ya que la primera piedra que puse empezando a escribir hace unos años para ver si me encontraba ha hecho, que poco a poco, y durante casi 3 años, pueda decir que hoy estoy mejor que cuando escribí por primera vez...

¿Acaso eso no es ser constante?

Maldita constancia la mía...


lunes, 12 de noviembre de 2012

¿Qué hemos aprendido?


Desde que nacemos, nos enseñan a hablar, caminar, qué debemos comer, niño eso es caca no lo cojas, no grites, no corras, no andes, levántate, siéntate, vístete bien, quítate eso, peinate, lávate los zapatos, cepíllate los dientes, habla bien, ayuda al prójimo, respeta a los mayores, tira la basura, ordena tu cuarto, dale las gracias a este señor, vete a dormir, despiértate, sal de ahí, así no sales...estudia, trabaja, descansa, deberías cortarte el pelo de otra manera, esos amigos no te convienen, no veas ese programa en la tele, estudia una carrera, come pescado, come verduras, echa menos sal, si me hicieras más caso te iría mejor...
Pero...¿Nos enseñan a vivir?
Tenemos muchas normas en nuestra cabeza, muchas reglas que nos han bombardeado desde que nacemos, en las que nos regimos y que tratamos de seguir, pero cuando el problema no tiene que ver con eso...no sabemos siempre como elegir la opción correcta...
En el fondo las cosas importantes las aprendemos solos, a base del simple ensayo-error, no tenemos ni idea de la mayoría de las cosas que hacemos y aunque pensamos en la repercursión que puede tener, nadie nos explica todo lo que puede llegar a ocurrir que no tenemos en cuenta desde el principio.
Me hace gracia cuando se critica algo a toro pasado, con todos los datos en la mano, ya que cuando hay que opinar es en el momento indicado, cuando sobran preguntas y faltan respuestas, y eso no viene en los libros ni hay ningún sabio consejo que responda a cada una de ellas.
Por tanto equivocarse es algo casi obligado, aunque siempre pretendamos acertar también debemos ser conscientes que vamos a equivocarnos cada día y en cada decisión, ya que saber todo te hace ser menos precavido, y no saber nada demasiado tonto...

Y tu, ¿Que has aprendido?

jueves, 11 de octubre de 2012

Aplícate el cuento...



Te levantas un día, como otro cualquiera, e inicias tus quehaceres diarios, convencido de que sabes todo lo que te va a pasar y sin poner en duda que está todo bajo control.
Ni siquiera imaginas que algo puede cambiar, y viéndolo desde fuera, me doy cuenta de lo ingenuos que somos.

Desde esa ingenuidad, esa falta de conciencia controlada por nuestra parte, recibimos una noticia que altera nuestros hábitos, puede ser una enfermedad de un familiar, una pérdida de trabajo, una discusión inesperada...todos nuestos esquemas se hunden quedando bloqueados por un momento, no sabemos que hacer, que decir, pensamos en que podemos haber hecho para merecer esto...y podemos caer en el error de creernos víctimas de un complot mundial que deseaba romper nuestra apacible tranquilidad, pisar las flores de nuestro jardín privado de sentimientos, sensaciones y vivencias, que tanto hemos tardado en sembrar, conseguir que nazcan, y que ahora están pisoteadas...
Nos sentamos en una esquinita de ese jardín, acurrucados, mirando la devastación alrededor y diciendo...¿Y ahora que?

En ese momento, recuerdas la cantidad de veces que has visto a amigos y compañeros pasar por esa situación, tu estabas en tu terraza, cuidando de tu jardín, y veías como de repente alguien destrozaba el de tu vecino de al lado, rápidamente ibas a su puerta, otras veces te hacías el despistado y preferías hacer como si no supieses nada, pero si llegabas al lugar de los hechos, ofrecías tu ayuda y soltabas una parrafada de cosas que parecían claras y fáciles de hacer...

"Tranquilo, vas a salir de esta, ahora simplemente tenemos que limpiar esto, volver a abonar, siembra de nuevo, y con paciencia volveras a tener un jardín no te digo igual de bonito que antes, mucho más bonito"

Ahora, recuerdas esas palabras y miras el tuyo, destrozado, y no sacas las mismas conclusiones...crees que antes ya lo era, con lo que te había costado y mira, eso de volver a empezar....mejor quedarse ahí en la esquinita y no hacer nada...

Afortunadamente, el resto de vecinos quizás venga a ayudarnos y recordarnos nuestras palabras, pero tenemos que poder nosotros mismos ser capaces de decirnos....
"Oye, aplícate el cuento...sal de esa esquina y ponte lo antes posible a limpiar los destrozos, intenta salvar lo que pueda salvarse, y vuelve a sembrar..."

Pues lo dicho...cuando te veas en esa situación...recuerda que las buenas palabras que deseamos para los demás, son igualmente válidas para nuestras situaciones, al fin y al cabo, todos somos personas y nos movemos por los mismos sentimientos...


lunes, 9 de julio de 2012

Sentarse y esperar...



En muchas ocasiones hemos escuchado que no debemos esperar, que las cosas que nos ocurren podemos hacer que cambien, podemos hacer que ocurran antes o después, tenemos la capacidad de si ponemos todo nuestro empeño hacer que mejoren radicalmente y que quedarse quieto es lo que seguro no nos va a hacer cambiar nuestro sino.
Yo soy de esa opinión, si algo no te gusta, haz por cambiarlo, si algo te desagrada, trata de luchar por que esa situación cambie y se vuelva agradable, y si ves que no vas a conseguir cambiarlo, muévete...
Este post no quiere poner en duda eso, en lo que incido ahora es cuando te encuentras en una situación de estas, y sabes de donde viene, sabes a donde te lleva, pero la solución no ocurre a corto plazo y simplemente debes sentarte y esperar....¿Cómo sobrellevar una situación que sabes que no va a llegar a buen puerto pero que todos tus esfuerzos por cambiarla no sólo dependen de ti?¿Cómo llevar estar horas y horas con la mente en blanco tratando de no pensar ante lo que se te avecina?
Es importante dimensionar bien las consecuencias, no perder el norte y tener claro quienes somos, a donde vamos y de donde venimos...pero aunque tengamos la parte racional bien despierta y activa, es inevitable sentirse en muchas ocasiones como ese perro callejero que tristemente vemos vagando por la ciudad, al que sólo le han dado palos y se encuentra muy cansado, que tratamos de ir a ayudar y huye de nosotros pensando que vamos a volver a pegar, al que vemos con esa expresión triste y de mirada perdida sin saber bien que hacer, ya que el siempre ha sido fiel, leal y buen compañero, y le han ido cayendo palos día tras día a pesar de siempre portarse bien con su dueño...

A veces podemos sentirnos como ese pobre perro vagabundo, nos volcamos en la gente de nuestro alrededor, ponemos todo de nuestra parte por ayudar a los demás pero sólo recibes desengaños y nulo reconocimiento, palos en tu estado de ánimo que pueden hacer que caigas en una indefensión aprendida, crónica, en la que simplemente prefieres tumbarte y que pase el tiempo poco a poco, aunque sea lento, queriendo que llegue el final...¿Que hacer cuando el llega ese momento?

Quizás la clave sea no perder la cabeza, no rumiar a cada minuto la situación que estás pasando, no mirar cada segundo el reloj, ya que el tiempo pasa más lento, y sobre todo asumir que las cosas no siempre salen bien, que podemos equivocarnos, que no siempre la gente que nos rodea es buena, que nos van a engañar, nos van a mentir, nos van a pegar palos aunque no los merezcamos....pero debemos ser fuertes y saber quienes somos, quienes merecen la pena a nuestro alrededor y luchar por ellos...quizás a veces nos sintamos vagabundos perdidos en este mundo, pero en realidad todos tenemos nuestro sitio y nuestra gente en esta loca sociedad en la que vivimos...


viernes, 15 de junio de 2012

Construyendo pompas de jabón...


Me gusta mucho el símil que siempre se ha utilizado sobre nuestras ilusiones y una pompa de jabón.
Solemos tener muchas y normalmente son fáciles de construir, ya que aunque no queramos, las creamos en nuestra mente con la misma sencillez que un niño pompas, agita el cubilete de agua y jabón, mete la barrita con forma de círculo y sopla...así, nuestras ilusiones vuelan en mil direcciones y van levitando, de un lado a otro, tratando de evitar caer al suelo, que no es mas que la cruda realidad, donde mueren casi todas...

A veces serán ilusiones individuales, y tendremos que esforzarnos mucho en mimarlas para que no se caigan, para que sigan volando, para que no desaparezcan...seguramente nos apetezca compartirlas, y nos rodearemos de personas que las protejan como nosotros, que impidan que dejemos que caigan y desaparezcan, que nos alienten a seguir protegiéndolas y seguramente lo hagan ellas cuando no tengamos ganas y las demos por perdidas...

Otras veces serán ilusiones compartidas desde un primer momento con otras personas, lo que hará que empecemos con más ganas y tengan más opciones de salir adelante, aunque quizás no nos demos cuentas y elijamos mal con quien las compartimos, y se dedique a ser el típico que cuando salen todas juntas, intente romperlas lo antes posible por simple diversión, ya que el sea incapaz de producir las suyas y disfruta más si nadie tiene algo por lo que luchar para no afrontar que el no tiene nada que le impulse a levantarse cada día...
Y ese puede ser el gran problema con el que nos encontremos alguna vez, ¿Que ocurre cuando tras caerse tantas y tantas pompas al suelo, romperse y ver que se pierde con tanta facilidad algo que llevamos tanto tiempo cuidando, dejemos de tener ganas de crear ilusiones nuevas?¿Cómo podemos evitar caer en la tentación de pensar que es mejor vivir sin ilusionarse para así no desilusionarte de nuevo?

Es verdad que todos hemos tenido ese momento de rendirnos y preferir no volver a luchar, "para que ilusionarse si nunca sale nada", pero deberíamos darnos cuenta que lo que nos mueve cada día es una pequeña ilusión que queremos cumplir, que quizás el trabajo que tenemos no nos guste, pero nos permite soñar con que ahorrando un poco hagamos un viaje que nos apetezca, o podamos ir al cine, a cenar con nuestros amigos...a veces todo es mucho más sencillo, y levantarte por la mañana y ver que sale el sol sea suficiente para poder dar un paseo y animarnos tras un día largo y tedioso...

Simplemente, luchemos por nuestras ilusiones, elijamos bien que quien nos rodea y en quien nos apoyamos sean personas que nos ayuden a luchar por ellas y nos alienten cuando estemos cansados, quitemos a personas nocivas de nuestro alrededor por mucho que pueda dolernos, y recordemos que ilusionarse cada día y luchar por nuestras ilusiones merece la pena, es lo que nos hace estar vivos...

Cuando un día estemos cansados y digamos que es mejor vivir en la apatía, pensar sólo un minuto lo sencillo que es...simplemente coges un bote con agua y jabón, soplas y...a disfrutar.



jueves, 31 de mayo de 2012

Mejor acompañado...




Desde la ventana de mi oficina esta misma mañana veía que al otro lado de la calle, delante del Ministerio de Hacienda, había agolpadas miles de personas protestando por una misma causa.
Es increíble lo fuerte que puede sonar cualquier consigna cuando en vez de ser gritada por una sola persona, la secundan miles de gargantas que unidas por un mismo sentimiento y un mismo pensamiento lo verbalizan a la vez.
Últimamente estamos muy acostumbrados, lamentablemente, a ver este tipo de circunstancias, en las que miles de seres individuales empiezan a unirse para reclamar sus derechos o conseguir modificar situaciones en las que claramente se ven perjudicados como individuos, y lo que era una única persona se convierte en una gran unidad de miles de personas haciendo que su repercusión y su fuerza crezcan exponencialmente (también llamada "Masa").
Esta circunstancia me ha hecho reflexionar y darme cuenta de que es curiosa la sociedad en la que vivimos y que en cierta manera alimentamos todos, en la que cuando las cosas nos van bien la responsabilidad nos la atribuimos a nosotros mismos y cuando las cosas van mal, buscamos el apoyo del resto de individualidades para conseguir que nos hagan caso...A veces simplemente nos comparamos, y si van mal para todos...Mal de muchos, consuelo de tontos...pero cuando nos va bien y al resto no le va tan bien, no nos unimos a ellos para hacer fuerza...
Todo esto creo que viene impuesto por que desde que nacemos se nos inculca lo únicos que somos, lo mucho que nos tenemos que valorar, que nos tenemos que demostrar las cosas a nosotros mismos, que antes nosotros, nuestra familia y después si nos queda algo, para el resto...y quizás debería enfocarse de otra manera, en la que realmente nos diéramos cuenta de la de cosas positivas que podríamos obtener si actuáramos mas como "Masa" que como simplemente individuos.
Ojo, que no quiero extenderme en el post, pero me parece igual de importante la autoafirmación del propio individuo y potenciarnos individualmente como después conseguir extrapolar esa fuerza individual a la sociedad, en lo que creo que estamos fallando.
¿Cuántas veces hemos pasado por algún lugar en el que hemos visto una persona en huelga de hambre y no nos hemos preguntado por que está en esa situación y en qué le podríamos ayudar?¿Cuántas veces hemos visto una manifestación de pocas personas y lo único que nos ha preocupado es que nos entorpecía el tráfico y no por lo que estaban protestando?¿Cuántas veces hemos dicho que esté país se va a la mierda pero no hemos secundado ninguna marcha para tratar de arreglarlo?¿Cuándo en una manifestación una minoría ha actuado de manera violenta y hemos olvidado las miles de personas que protestaban por algo justo y que si que se han comportado civilizadamente?
En el fondo, con nuestra actitud egoísta, en la que solo nos acordamos de luchar en conjunto cuando las cosas nos van mal, hemos creado esta sociedad que nos están llevando a vivir situaciones a las que no estábamos acostumbrados.
Y no es algo que haya ocurrido de repente, sino que durante generaciones hemos ido conformándonos y pasando del resto mientras tuvieramos nuestras necesidades cubiertas, sin importarnos lo que ocurría a nuestro vecino, hasta que hemos visto que nos va a ocurrir también a nosotros y pretendemos reaccionar....quizás demasiado tarde ya...
Intentaré a partir de ahora cuando vea una persona en huelga de hambre preguntar por que lo hace, y si considero que es una buena causa o pide algo justo, quedarme con él aunque sean 5 minutos, por que se sentirá arropado ese tiempo, o trataré de quitarme mi ideología política por un momento a pesar de que en una manifestación algunos vándalos la líen y no olvidar que el motivo de esa marcha puede ser algo por el bien de todos...ya lo se, quizás parezca poco, pero si todos poco a poco intentamos no solo vernos como personas en nuestra vida, sino como personas cuyos actos aportan a la sociedad, podríamos hacer que las cosas fueran mejor...¿No crees?