Me encanta la sensación que se tiene cuando estás caminando por un sendero y todo lo que te rodea está tranquilo, vas observando todo lo que hay a tu alrededor con una media sonrisa en la cara y una enorme sensación de paz, mientras escuchas el viento moviendo las hojas de los árboles, tus propias pisadas, la respiración entrecortada que tienes cuando empiezas a estar cansado...
Sabes que al final de ese sendero todo merecerá la pena, podrás asomarte al borde de la montaña y ver el paisaje desde arriba, podrás quedarte allí de pie, observando desde las alturas donde empezaste a andar y hasta donde has llegado poco a poco con esfuerzo, las vueltas y los giros que has dado de más o de menos, y podrás disfrutar de esa brisa fresca que acaricia tu cara y refresca las gotas de sudor que han surgido tras los kilómetros recorridos.
Por fin puedes respirar hondo, beber un trago de agua fresca y decirte a ti mismo...Lo he conseguido.
Los días previos no tienes todo tan claro: Debes planear que sendero coger, donde debes girar, cuantas paradas hacer, que me llevo para la ruta...pero una vez que comienzas nunca sabes con una seguridad absoluta que todo vaya a salir tal y como lo habías planeado...si te entran dudas...tienes que olvidarlas...solo tienes que saber que quieres llegar allí.
A medida que vas caminando van surgiendo imprevistos que hacen que debas cambiar de sendero, circunstancias que te retrasan la marcha, quizás las fuerzas no te acompañen como pensabas en un principio y el sol apriete más fuerte de lo que decía el hombre del tiempo...hay que ser objetivos, no podemos controlar todos los factores externos que nos rodean...y no por ello hay que rendirse.
Tener planeado todo antes de empezar es importante para saber que podemos encontrarnos en el camino, pero mas importante es saber adaptarte y ser flexible ante los problemas que van surgiendo...quizás lleguemos a un cruce de caminos que no estaba en el mapa y tendremos que elegir...y hay que tener claro que podemos equivocarnos...
A veces he oído que las cosas, cuando suponen un esfuerzo, saben mejor una vez que las conseguimos...recuerdo haber pensado muchas veces que eso era una tontería pero...
¿Sabría igual el trago de agua fresco cuando llegamos arriba si no hubiéramos sudado un poco antes?¿Valoraríamos esa brisa fesquita como algo agradable sin toda la caminata anterior?Creo que no...
Yo ya he empezado una ruta, así que si quieres, sube conmigo, ayúdame en el mío o haz tu propio camino, cuenta con mi apoyo si lo necesitas en algún momento, te pediré consejo y te daré el mío si lo quieres, aunque llegados a un cruce cada uno debemos elegir que dirección tomar para llegar a nuestra meta...solo pongo una una condición: Quedamos en la cumbre, donde están mis metas y las tuyas, donde podamos encontrarnos de nuevo si en algún momento nos separamos, ya que lo que logramos con esfuerzo sabe mejor, pero es aún mejor compartir los logros con las personas que queremos y que nos han ayudado a llegar hasta allí, por lo que....¿Quieres también un trago y disfrutar las vistas conmigo?
JEJEJE...nos vemos arriba tron!! sigue dándole!
ResponderEliminarCuento con ello eh??
EliminarEn un solo post has definido la vida en si, el valor de las cosas y la amistad verdadera.
ResponderEliminarSi uno es honesto y solo desea el bien a las personas que tiene a su alrededor, al mirar atras y el camino andado solo podra sentir cosas buenas.
Al que le gusta lo comodo, no luchar y conformarse en la vida no sabe lo que se pierde, yo si lo se, se pierde la felicidad :)
Tienes mucha razón en que si eres honesto, acabarás sintiendo solo cosas nuevas y la mochila que llevamos encima pesará menos, si se hace desde la buena intención no tenemos por q preocuparnos...
EliminarAunque nos separemos en el camino, te espero en la meta.. ambos sabemos que estaremos allí.
ResponderEliminar:)
Hola Cocodrilo, ¡sabes! esto de lo que hablas hoy es el camino de la vida. El que vamos escogiendo y definiendo con nuestras decisiones, actos, circunstancias etc.., lo que creo que siempre hay que tener muy claro es que el camino hay que recorrerlo (digo esto porque todavía hay gente que no sabe que tienen que recorrer un camino) y si lo haces con sabiduría ¡mejor! ya que se te hará más agradable y disfrutaras más de él, si encima le añades el valor de aceptar al que te acompañe, puedo decirte que tu eres una persona que vas por buen camino.
ResponderEliminarHasta el próximo cruce cocodrilo.